¡A volar!

Los animales son el vivo ejemplo de que necesitamos cambiar. Algunos cambian hasta la piel, pero otros sólo cambian de lugar. Las aves, tienen a esperar una época del año en específico para realizar una migración. Lo que generalmente ocurre es que emprenden largos viajes hacia el norte para reproducirse en los veranos en áreas más templadas y luego se dirigen al sur, buscando calidez para la invernada. Cuando esto termina, el ciclo se reinicia. Se mantienen siempre en movimiento. Y según los científicos y estudiosos de la materia, la ventaja primaria de la migración es energética. Si se quedan en un mismo lugar, simplemente mueren o son presa fácil de los depredadores.

En las organizaciones Venezolanas ocurre exactamente lo mismo. Debemos asumir el cambio como una parte de suma importancia en nuestras acciones gerenciales. No debe representar algo alejado ni mucho menos debemos poner barreras al cambio. Pero para eso debemos ser muy cautelosos, pues debemos conocer muy bien nuestra organización y nuestro mercado, a fin de elaborar una planificación detallada de los cambios que ejecutaremos y la manera en serán gestionados. Nuestro objetivo siempre debe estar encaminado a energizar o potenciar la misión de nuestra organización. Si no tenemos claro nuestro norte empresarial, las miles de direcciones que se nos pueden ocurrir nos pueden llevar al fracaso, o como a las aves a un lugar poco favorable para nuestros objetivos.

Si no entendemos esto, tal como les ocurre a las aves, podemos llevar a nuestra empresa a una inminente muerte o a una avasallante derrota de parte de nuestros competidores.

Reflexionemos sobre esto. Y anímate a cambiar.

Raúl David Córdoba Arneaud

Asesor Empresarial

Consultoría Empresarial Especializada para Gestionar Cambios Organizacionales

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